Producidas en una zona cercana a Bruselas, la Lambic destaca principalmente porque en su producción no se usa levadura, sino que el mosto se deja al aire libre para que los microorganismos de la zona desencadenen la fermentación. Además, en la receta de la lambic se usa un 30% de trigo sin maltear y lúpulo viejo que no proporciona ningún amargor pero que mantienen sus propiedades conservantes. Con un contenido alcohólico entre el 2 y el 5% y un gusto ácido-agrio, la Lambic se combina con frutas como la cereza, la frambuesa o el melocotón para producir variedades únicas que gozan de gran reconocimiento entre los aficionados.
Lindemans, Timmermans
Combinación de Lambic vieja y Lambic joven en una misma botella. Los restos de azúcar de la Lambic joven desencadenan una nueva fermentación.