En el siglo XVIII, el gobierno británico tuvo que actuar para combatir las malas consecuencias del consumo excesivo de destilados, por ello promocionó la venta de cerveza. Esa época coincidió con el auge de una cerveza producida en el campo que eral conocida como “stale”. La stale se dejaba madurar durante un año o más en enormes depósitos de roble, actuando la bacteria del ácido láctico que le daba un suave gusto agrio. Los taberneros londinensens conocían perfectamente el gusto de sus clientes y por eso comenzaron a ofrecer una mezcla conocida como “Three Threeds” que era una mezcla de cerveza Pale, Brown y Stale. El nombre “Three Threads” viene del hecho de que la cerveza era mezclada de tres barriles en los que se había enroscado un grifo. La cerveza mezclada se hizo enormemente popular, pero los taberneros se dieron cuenta de que estaban perdiendo dinero al tener que comprar la Pale y la Stale a los ricos cerveceros rurales. Los londinenses decidieron romper con estos cerveceros y apropiarse de esta parte del mercado.
La ruptura se produjo en 1772, cuando Ralph Harwood, propietario de Bell Brewhouse, en Shoreditch, produjo una cerveza llamada Entire Butt (tonel entero), que intentaba imitar el sabor de la Three Threads.


 

Este método se convirtió en un éxito y la cerveza pronto fue conocida como “Porter” a causa de su popularidad entre los trabajadores de la calle del mercado (porteadores o mozos de cuerda), que eran una gran cantidad en el Londres de aquella época. Esta enorme demanda generó la aparición de grandes cerveceros comerciales como nunca había visto la historia. Fabricar y almacenar cerveza en grandes cantidades rebajaba los costes de producción. En menos de un siglo, la Porter había pasado de ser una cerveza muy cara hecha con mezclas, a un producto barato hecho de una sola vez, esto hizo que los cerveceros amasasen enormes fortunas.